Los Ganglios Basales

Dr. C. George Boeree
Departamento de Psicología 
Universidad de Shippensburg

Traducción al castellano: 
Nacho Madrid


     Los ganglios basales son una colección de núcleos que se encuentran a ambos lados del tálamo, fuera y alrededor del sistema límbico, pero debajo del giro cingulado y dentro de los lóbulos temporales. A pesar de que el glutamato es el neurotransmisor más común aquí cómo en el resto del cerebro, el neurotransmisor inhibitorio GABA juega el papel más importante en los ganglios basales.

     El grupo más grande de estos núcleos son llamados el cuerpo estriado, compuesto del núcleo caudado, el putamen, el globo pálido, y el núcleo acumbens. Todas estas estructuras son dobles, un conjunto a cada lado del septum central.

Ganglios Basales

     El núcleo caudado comienza justo debajo del lóbulo frontal y se curva hacia el lóbulo occipital. Envía sus mensajes al lóbulo frontal (especialmente al cortex orbital, justo por encima de los ojos), y parece ser el responsable de informarnos de que algo no va bien y que debemos hacer algo al respecto: ¡Lávate las manos! ¡Cierra la puerta! Como estos ejemplos muestran, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) parece implicar un núcleo caudado sobreactivado. Por otra parte, un núcleo caudado hipoactivo puede estar implicado en varios desordenes, como el déficit de atención (TDA), depresión, ciertos aspectos de la esquizofrenia y la simple apatía. También está implicado en el síndrome PAP, una dramática perdida de motivación que se ha descubierto recientemente (ver más abajo).

     El putamen descansa justo debajo y detrás del núcleo caudado. Parece estar implicado en coordinar los comportamientos automáticos como montar en bicicleta, conducir un coche, o trabajar en una línea de montaje. Los problemas con el putamen pueden explicar los síntomas del síndrome de Tourette.

     El globo pálido está localizado dentro del putamen, con una parte exterior y otra interior. Recibe información desde el núcleo caudado y el putamen, y envía información a la sustancia negra (ver más abajo).

     El núcleo acumbens es un núcleo que se encuentra justo debajo del núcleo anterior. Recibe señales del cortex prefrontal (por vía del área tegmental ventral) y envía otras señales de vuelta allí por vía del globo pálido. Las entradas de señal usan dopamina, y se conocen muchas drogas que incrementan mucho estos mensajes al núcleo acumbens.

     Otro núcleo de los ganglios basales es la sustancia negra. Está localizada en las porciones superiores del cerebro medio, bajo el tálamo, y toma su color de la neuromelanina, un pariente cercano del pigmento de la piel. Una parte (sustancia negra compacta) usa neuronas dopaminérgicas para enviar señales hacia el cuerpo estriado. La función exacta se desconoce, pero se cree que implica circuitos de recompensa. La enfermedad de Parkinson también se debe a la muerte de neuronas dopaminérgicas aquí.

     La otra parte de la sustancia negra (sustancia negra reticulada) es en su mayor parte neuronas GABA. Su función más conocida es controlar los movimientos de los ojos. Está también implicada en la enfermedad de Parkinson así como en la epilepsia.


     Como se puede ver, algunos problemas serios están fuertemente asociados a los ganglios basales. Sobre algunos, como el Trastorno de Atención con Hiperactividad (TDAH), el síndrome de Tourette, el TOC, y la esquizofrenia, se hablará en otras partes de este texto. Otras son quizá menos psicológicos y más físicos, pero no por ello menos importantes…

Enfermedad de Parkinson

     La enfermedad de Parkinson se caracteriza por temblores, rigidez muscular, dificultad en hacer movimientos rápidos y suaves, y estar de pie o caminar dificultoso. Muchas personas también desarrollan depresión y ansiedad y, más tarde, problemas con pérdida de memoria y demencia.

     Se desarrolla normalmente en edad avanzada, pero puede ocurrir en personas más jóvenes. Un caso muy conocido es el del actor Michael J. Fox. Es muy difícil para el paciente y para su familia.

     El Parkinson tiene su origen en la muerte de las células de la sustancia negra y la pérdida de dopamina y melanina producida por estas células. Progresa hacia otras partes de los ganglios basales y hacia los nervios que controlan los músculos, implicando a otros neurotransmisores. Algunas de las posibles causas o factores contribuyentes son las toxinas medioambientales, traumatismos y la genética.

     Hay tratamientos disponibles que enlentencen el curso de la enfermedad y alivian los síntomas. La mayoría incluyen reemplazar o mimetizar la dopamina y otros neurotransmisores perdidos. Desafortunadamente, la enfermedad progresa lentamente y los tratamientos solo funcionan unas pocas horas cada vez. El Parkinson no causa la muerte directamente, y muchos pacientes viven una larga vida con ella.

La enfermedad de Huntington

     Esta enfermedad se caracteriza por una pérdida de memoria y movimientos extraños y bruscos llamados “corea”. Es una enfermedad hereditaria (con un gen dominante) e implica la muerte celular en el núcleo caudado. Comienza normalmente sobre los 30 años, pero puede empezar a cualquier edad.

     No hay cura, aunque hay tratamientos que pueden reducir los síntomas. Es fatal, aunque normalmente son las complicaciones de la enfermedad lo que causa la muerte, más que la enfermedad en sí. Muchos enfermos de Huntington se suicidan.

Parálisis cerebral

     La gente con parálisis cerebral tienen varios problemas motores, como espasticidad, parálisis e incluso apoplejía. La espasticidad se produce cuando algunos músculos están constantemente tensos e interfieren con el movimiento normal. Esta es la razón para la posición inusual de manos y brazos que hemos visto en estos enfermos.

     Aparentemente es debida a un daño cerebral, normalmente antes del nacimiento. Las causas pueden incluir infección fetal, toxinas medioambientales, o falta de oxígeno.

     A pesar de que la parálisis cerebral tiende a permanecer estable a través de la vida, no hay cura y es muy difícil de llevar para la persona y para la familia.

Síndrome de PAP

     Este síndrome se caracteriza por una inusual falta de motivación. Un caso dramático fue el de Mr. M., quien, mientras se ahogaba, simplemente falló en intentar salvarse, incluso cuando era un buen nadador.

     El daño en el núcleo caudado significa que nada vuelve a tener significado emocional nunca más. ¿Ahogarse? No te preocupes. La gente con PAP también ignora las normales motivaciones morales y sociales que damos por hechas. No captan que su falta de acción pueda tener consecuencias significativas.

     Sin la influencia motivadora de los ganglios basales, el lóbulo frontal simplemente deja de planificar el futuro. Extrañamente, pueden aun responder a motivaciones externas, como a una petición de alguien amado o a un comando de autoridad.

     Vea el artículo de Abril de 2005 de Scientific American Mind de Patrick Verstichal y Pascal Larrouy para saber más sobre el síndrome de PAP.