Otto Rank
1884-1939
Dr. C. George Boeree
Traducción al castellano: Dr. Rafael Gautier
La fascinación por la mitología, literatura, arte y religión fue casi exclusivamente dominio de Carl Jung y Sigmund Freud. Sin embargo, los psicólogos de la personalidad siempre sacan a la luz en cada nueva generación estos aspectos. Uno de ellos es Otto Rank.
El héroe
Uno de los primeros trabajos de este autor es The Myth of the Birth
of the Hero (El Mito del Nacimiento del Héroe), en el
que examina varios mitos de nacimiento como los de los reyes babilonios
Gilgamensh y Sargon, el héroe hindú Karna, el rey persa Cyrus,
los reyes griegos Edipo, Hércules, Paris y Perseo, los fundadores
romanos Rómulo y Remo, el héroe celta Tristán, los
héroes germánicos Siegfred y Lohengrin, e incluso Moisés,
Buda y Jesús.
Rank se topa con el mismo patrón una y otra vez: existe una reina y un rey o un dios o diosa o cualquier otra pareja divina que trae al mundo a un héroe, muchas veces con dificultad. Usualmente hay un oráculo o un sueño que anticipa la llegada del héroe, a veces acompañado de una advertencia de peligro hacia el padre, y con frecuencia el héroe es abandonado a su suerte en una caja, cesta o barca, flotando sobre el agua y luego es rescatado y amamantado por animales o personas de extracción humilde. Crece y descubre a sus verdaderos padres, toma venganza contra el padre y finalmente recibe los honores de él.
Este autor piensa que es relativamente fácil comprender los mitos: cuando somos niños veneramos a nuestros padres, pero a medida que vamos creciendo, ellos empiezan a entrometerse en nuestro desarrollo y descubrimos que no son del todo como lo que parecían. El mito refleja un deseo de todos nosotros de regresar a aquel periodo reconfortante donde creíamos en la perfección de nuestros padres y nos daban la atención que nos merecíamos. La cesta o caja simboliza el vientre materno y las aguas nuestro nacimiento. Las personas de extracción humilde simbolizan nuestros débiles e inapreciables padres. El rey la reina significarían lo que debían de ser. Y la venganza es nuestra rabia contra la forma en que nos han maltratado.
Pero es importante señalar aquí que Otto Rank no toma en cuenta a la sexualidad en ningún sitio, ni tampoco considera la existencia de un inconsciente colectivo. Los mitos son simplemente la expresión de diferentes culturas sobre lo común de nuestras experiencias infantiles. Su interpretación puede no ser perfecta, pero su humildad es digna de tomar en cuenta.
El artista
Rank también se ocupa del tema difícil de la creatividad artística. Dice, por un lado, que el artista presenta un tendencia particularmente fuerte a glorificar su propia voluntad. A diferencia del resto de nosotros, él se siente empujado a rehacer su realidad a su imagen y semejanza. Y además un verdadero artista necesita la inmortalidad, la cual solo puede lograrse a través de una identificación con la voluntad colectiva de su cultura y religión. El buen arte solo puede ser interpretado como una conjunción de lo material y lo espiritual, con lo específico y lo universal, con lo individual y la humanidad.
Sin embargo, esta conjunción no deviene fácilmente. Surge a partir de la voluntad, análogo rankiano para un ego lleno de poder. Todos nosotros nacemos con una voluntad a ser nosotros mismos; a ser libres de cualquier dominación. En la infancia temprana, practicamos nuestra voluntad para lograr prácticas dirigidas a la independencia de nuetsros padres. Mas tarde, nos enfrentamos al dominio de las autoridades, incluyendo a aquellas establecidas por nuestros impulsos sexuales. La forma en que batallemos por la independencia determinará el tipo de persona que seremos. Rank describe tres tipos básicos:
Primero, existe el tipo adaptado. Estas personas aprenden una “voluntad” que ha sido impuesta. Obedecen a la autoridad; a su código moral social y de la mejor manera posible, a sus impulsos sexuales. Esta persona sería una criatura pasiva y dirigida, tal y como son la mayoría de las personas, según el autor.
Segundo, tenemos al tipo neurótico. Estas personas tienen una voluntad mucho más fuerte que la mayoría, pero está totalemente embarcada en la pelea contra el dominio externo e interno. Incluso llegan a establecer un conflicto contra la expresión de su propia voluntad, por lo que no deja lugar a la libertad de hacer nada. Así, se sienten constantemente preocupados y culpables de tener tan “poca voluntad”. Sin embargo, estos sujetos se encuentran en un nivel de desarrollo moral más elevado que el tipo adaptado.
Y tercero, estaría el tipo productivo, al cual Rank se refiere como el artista, el genio, el tipo creativo, el tipo consciente de sí mismo y en definitiva, el ser humano. En vez de enfrentarse consigo mismo, estas personas se aceptan y autoafirman, creando un ideal que les sirve como principal guía positiva para la voluntad. El artista primero se crea a sí mismo y luego intenta crear un nuevo mundo a su alrededor.
Vida y muerte
Otra idea interesante de Rank es la relativa a la competición entre la vida y la muerte. Defiende que tenemos un “instinto de vida” que nos empuja a lograr la individualidad, la competencia y la independencia, así como hay un “instinto de muerte” que nos empuja a ser parte de una comunidad, de una familia o de la humanidad. Estos instintos se acompañan de un miedo particular a cada uno de ellos. El “miedo a la vida” es el miedo a la separación, a la soledad y al aislamiento; el “miedo a la muerte” es el miedo a perderse dentro del todo, al estancamiento o a no ser nadie.
Nuestras vidas están repletas de separaciones, empezando por la del nacimiento. De hecho, el trabajo más temprano de Rank se refiere al trauma del nacimiento, que estipula que la ansiedad experimentada en el nacimiento será el modelo de todas las experiencias de ansiedad futuras. Después de nacer, nos lanzamos a una serie de eventos: el control de esfínteres, la disciplina, la escuela, el trabajo, los desamores, etc. Evitar estas separaciones es literalmente, evitar la vida y escoger la muerte, donde nunca sabremos lo que queremos, nunca dejaremos a nuestra familia o nuestro pueblo; nunca cortaremos el cordón umbilical.
Entonces, es necesario que nos enfrentemos a nuestros miedos, reconociendo que para podernos desarrollar por completo, debemos enfrentarnos a la vida y la muerte; debemos volvernos seres individuales, así como cuidar de nuestras relaciones con los demás.
Otto rank nunca llegó a establecer una “escuela” psicológica como hicieron Freud y Jung, pero su influencia puede verse en cualquier lugar. Tuvo un impacto decisivo en Carl Rogers, otro menos fuerte en el viejo Adler, así como sobre Fromm y Horney. También tuvo repercusión sobre los existencialistas, especialmente sobre Rollo May. Otras personas han “reinventado” sus ideas, y podemos encontrar trozos y piezas de su teoría en otra como la teoría de la motivación de competencia, la teoría de la reactancia y la teoría del manejo del terror.
Si está interesado en ampliar sus conocimientos sobre la teoría
de Rank, sus trabajos más importantes son: Art and Artist,
Truth
and Reality y Will Therapy.
Para más información en castellano, sobre su biografía
particular, visite: http://www.antroposmoderno.com/biografias/ottorank.html
© Derechos de autor, C. George Boeree, 1997
© Derechos de traducción, Rafael Gautier, 2001